Noticia26/02/2025

“Caminando Juntos”: Acompañamiento y Formación Integral en Cáritas

En Cáritas, tras reflexionar en diversos grupos de agentes de la pastoral sociocaritativa sobre nuestra acción social, identificamos la necesidad de mejorar la acogida a las personas que solicitan nuestra ayuda. Como resultado de este proceso, surgió el documento “Caminando Juntos”, presentado a nivel diocesano el pasado curso. Este documento ha dado pie a una formación exhaustiva destinada a nuestros voluntarios y técnicos de Cáritas, con el fin de perfeccionar el acompañamiento integral a quienes acuden a la nuestra organización en busca de apoyo.

La formación se inspira en el pasaje bíblico del camino de Emaús, en el que Jesús acompaña a dos discípulos, escuchando sus preocupaciones y ayudándolos a encontrar un nuevo sentido en su camino. De este modo, en Cáritas buscamos que su labor de acogida no se limite a cubrir necesidades materiales, sino que vaya más allá, ofreciendo un acompañamiento integral que abarque aspectos emocionales, sociales, familiares y espirituales. El voluntario es llamado a seguir el modelo de Cristo, escuchando, comprendiendo y promoviendo la autonomía de la persona acogida, a través de un plan personalizado basado en sus fortalezas.

Una de las claves de este acompañamiento es establecer una relación horizontal, donde el voluntario no se coloca en una posición de superioridad, sino que acompaña a la persona en su proceso de crecimiento y transformación. En lugar de centrarnos únicamente en las carencias, se valora el potencial y las capacidades de cada persona, promoviendo un empoderamiento que les permita alcanzar su desarrollo pleno. Para ello, se fomentamos la escucha activa, generando un ambiente de confianza y respeto mutuo que favorezca este proceso.

La formación que ofrecemos en Cáritas se estructura en cuatro ejes fundamentales: en primer lugar, la construcción de relaciones basadas en la igualdad y la confianza; en segundo lugar, una atención integral que contemple todas las dimensiones de la persona; en tercer lugar, el trabajo en red con otras entidades y recursos comunitarios, lo que permite ampliar el alcance de la intervención; y finalmente, la espiritualidad, que se convierte en una fuente de sentido y esperanza en los momentos difíciles que viven las personas acompañadas.

Hasta el momento, más de 200 voluntarios de 70 Cáritas parroquiales han participado en esta formación, reforzando sus habilidades y consolidando un modelo de acompañamiento que transforma vidas. Al igual que en el camino de Emaús, el verdadero acompañamiento surge cuando se camina junto a quienes más lo necesitan, siendo testigos del amor de Dios en cada gesto de acogida.

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